Son los niños menores de 12 años de edad y los adultos mayores a los 65, quienes resultan más vulnerables a sufrir graves enfermedades respiratorias ante la llegada de las bajas temperaturas.
La labor de prevención y atención especializada es indispensable para evitar que se disparen las estadísticas de los padecimientos en las vías respiratorias, uno de los más temidos; la influenza.
Jorge Pérez Freyre, director del Hospital General Universitario de Torreón señaló que como cada año se espera que con la llegada de la temporada invernal se registre un repunte en las enfermedades de las vías respiratorias tanto bajas como altas.
“Lo más importante en las cuestiones de prevención estriba en atender los extremos de la vida, las personas mayores de 65 años y los menores de 12 años son en los que inciden más las enfermedades, de todo tipo pero sobre todo las respiratorias”, expresó el especialista.
Ante lo anterior recomendó a los padres de familia y los encargados de personas de la tercera edad aplicar tanto a niños como a adultos mayores las vacunas ya disponibles en el sector salud como lo son la antigripal y la del neumococo.
“Es necesario que los niños y adultos mayores se cuiden mucho de los cambios bruscos de temperatura, que tomen complementos vitamínicos y que completen los esquemas de vacunación preestablecidos, pues son los extremos de la vida los más delicados”, refirió el también director de la Facultad de Medicina de Torreón.
Durante todo el año se puede aplicar la vacuna contra la influenza para proteger a la población más vulnerable como lo son los niños seis a 23 meses de edad, así como a personas con enfermedades respiratorias crónicas y adultos mayores.
La influenza es una enfermedad viral transmisible que afecta a la nariz, la garganta y los pulmones, la cual se transmite de persona a persona a través de los estornudos, la tos, los saludos de mano o incluso al hablar, a través de las gotitas de saliva.
Las manifestaciones aparecen repentinamente y puede provocar los siguientes síntomas: fiebre alta, dolor de cabeza, fatiga o cansancio, que puede llegar a ser extremo; tos seca, dolor de garganta, escurrimiento por nariz y dolor muscular; síntomas que se presentan con mayor intensidad que en las gripas o catarros comunes.
La mayoría de las personas con influenza se recuperan en una o dos semanas, pero algunos individuos especialmente vulnerables como los niños y aquellos de la tercera edad pueden desarrollar complicaciones, como la neumonía, que a su vez podría derivar en la muerte.
La influenza es una enfermedad respiratoria muy contagiosa, causada por un virus que cambia periódicamente, algunas personas la llaman “gripe”, pero es mucho más severa que el catarro común por lo se recomienda extemar cuidados.
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