Un fuerte llamado a prevenir las caídas en la población adulto mayor realizó la Fundación Chilena de Osteoporosis (Fundop) en el marco de la celebración del día mundial de esta enfermedad, fecha instaurada por la IOF (International Osteoporosis Foundation), que busca que esta patología sea reconocida como una prioridad de salud y asegurar su temprana detección.
Y es que lo que para muchos sólo puede ser un pequeño golpe sin mayores consecuencias, para los pacientes con osteoporosis puede generar graves problemas en materia de fracturas, las que incluso pueden terminar con la muerte del enfermo.
La osteoporosis es una enfermedad crónica que se caracteriza por la pérdida exagerada de masa ósea y por la calidad pobre de los huesos. En los ancianos, las fracturas se producen recurrentemente debido a la fragilidad del esqueleto y al elevado riesgo de sufrir caídas.
Se estima que al menos una tercera parte de las personas de 65 años de edad o mayores sufren recurrentemente una o más caídas, de las cuales, tres de cada cuatro ocurren al interior del hogar.
En cuanto a los factores de riesgo, destacan los problemas de equilibrio, escasa fuerza muscular, inestabilidad, mala visión y peligros dentro y fuera de la casa, entre otros.
Para el presidente de la Fundación Chilena de Osteoporosis, el doctor Roberto Arinoviche, "identificar, modificar y prevenir cualquier riesgo de caída es fundamental. Esto se logra por ejemplo, a través cambios tan pequeños como desarrollar ejercicios de fuerza periódicos, una dieta y estilo de vida saludables, mantener la casa bien iluminada, minimizar los potenciales riesgos al interior del hogar, usar calzado con suela antideslizante y bastón para mantener el equilibrio, entre otras cosas.
CALCIO Y VITAMINA D
En Chile, la osteoporosis no sólo afecta a los más viejos, sino que poco a poco comienza a llegar a generaciones más jóvenes.
Según un estudio realizado por la Fundop entre 2003 y 2005, a través de densitometrías óseas periféricas realizadas a más de 40 mil personas mayores de 20 años, el 40% de los hombres y el 45% de las mujeres mayores de 20 años, ya presenta algún grado de esta enfermedad.
La leche y la vitamina D son herramientas importantes en el control de esta enfermedad. La primera, por ser la principal fuente de calcio, y la segunda porque permite la absorción de calcio a nivel de los intestinos, permitiendo desarrollar huesos más sanos y fuertes.
A pesar de esto, un estudio realizado por el Departamento de Endocrinología de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica y encabezado por el doctor Gilberto González, demostró que en Chile existe carencia de vitamina D. Mientras la prevalencia en las mujeres premenopáusicas es del 13%, en las posmenopáusicas se eleva al 40%.
La mayor fuente de vitamina D proviene de la exposición a la luz solar. Sin embargo, muchos factores interfieren en la cantidad de vitamina D que la piel produce, entre ellos la estación del año o la latitud geográfica.
A medida que las personas envejecen, la piel va perdiendo su capacidad de convertir la luz solar en vitamina D y los riñones van perdiendo la capacidad de convertir la vitamina D en su forma de hormona activa.
Si bien también se puede obtener de algunos alimentos grasos como por ejemplo el bacalao, lo cierto es que los especialistas cada vez más recomiendan el uso de fármacos o suplementos que la contengan, por su comprobado aporte al tratamiento de la osteoporosis y la prevención de fracturas.
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