A pocos meses de finalizar el año, la energía ya no es la misma. Las ganas de trabajar o el ánimo de levantarse temprano se han diluido con el paso del tiempo y los único que nos mantiene ilusionados es la llegada del verano y, por ende, las vacaciones.
Sin embargo, aún queda que luchar al menos un par de meses así que lo mejor es recurrir a algunas alternativas para combatir el cansancio y el estrés. Acá te mostramos algunas.
Para el relajo nada mejor que un masaje, pero para el estrés a veces hay que ir más allá.
Desde algunos años el Reiki ha irrumpido en Occidente como terapia de medicina alternativa. Este sistema ancestral, de gran sencillez, permite curar gracias a la transmisión de energía por imposición de manos.
Reiki es un término japonés que alude a una "Energía Vital Universal", la misma energía a la que en la India llaman "Prana" o en China "Chi", y que también algunos científicos han denominado "Bioenergía" o "Bioplasma".
Es difícil saber los orígenes del Reiki. Hay indicios de él en sutras budistas que datan aproximadamente del siglo V antes de Cristo. Durante años permaneció oculto, siendo redescubierto a mediados del siglo pasado por un japonés, Mikao Usui, sacerdote cristiano, profesor de teología y rector de la universidad cristiana de Doshisha, en la ciudad de Kioto en Japón.
Hace 15 años que el centro Ohani ofrece la terapia del Reiki. Aquí el terapeuta coloca las manos en distintas partes del cuerpo del paciente donde se encuentran los centros energéticos, también llamados chakras por los hindúes.
Los chakras son vórtices de energía rotatoria, que presentan distintas funciones y están ubicados en diversos puntos de los llamados "cuerpos sutiles", algo así como duplicados energéticos del cuerpo físico.
Para el Reiki todas las enfermedades constituyen desequilibrios y bloqueos en el correcto flujo de la energía, a través de una red de canales ubicados en estos cuerpos sutiles.
Al traspasar energía del terapeuta al enfermo, el aura o campo bioenergético de éste se limpia y se equilibra, permitiendo que pueda actuar su poder natural de autocuración.
El director de Ohani, Sergio asegura que han logrado extenderse gracias a los buenos resultados obtenidos. “Yo he visto muchos centros morir por falta de pacientes. Y es que las personas creen que esto es fácil, que basta con montar un centro y salir a buscar pacientes, pero no es así. Acá la mayoría de las personas que viene es porque se lo han recomendado”.
El Reiki favorece enormemente a personas con un estrés sostenido. “Es para quienes lo han pasado muy mal, tienen mal dormir y están con una fatiga sostenida, falta de energía. Entendiendo que el tema energético es muy importante para la salud, cosa que la medicina tradicional ha postergado, subestimado y omitido”, explica Sergio, quien afirma que “3 días seguidos de Reiki hacen maravillas”.
En Ohani también se puede acceder a Champi, un masaje de relajación, anti-stress dentro de la tradición Ayurvédica de la India. Es ideal aplicarlo en casos de ansiedad, preocupación, cansancio, agotamiento, tanto físico como mental. Ayuda a aliviar los síntomas del llamado TINITUS o zumbido de oídos.
El Champi, tal como su nombre lo indica es un masaje que se centra en la parte superior de la espalda, los hombros, los brazos superiores, el cuello, la cabeza, el cuero cabelludo y el rostro.
Es una terapia que relaja. El masaje se da sentado, sin la necesidad de desnudar a las personas y el uso de aceites es optativo.
Champi trabaja en los centros de energía de la cabeza, cuello y hombros, donde el estrés, la tensión y la cólera pueden mostrarse como tensión ocular, dolor de cabeza, jaqueca, dolor de cuello y hombros, e incluso en la caída del cabello. Promueve un nivel más alto de concentración y pensamientos más claros. Alivia también el bruxismo.
Al estimular la irrigación sanguínea hacia el cuero cabelludo, también estamos efectuando un drenaje linfático, dispersando las toxinas acumuladas en estos puntos.
Las sesiones de Champi toman alrededor de 25 minutos y el número de sesiones depende, como en todos los tratamientos de cada individuo en particular.
El Shiatsu, en cambio, es una terapia japonesa que recorre los meridianos del cuerpo con la presión de los dedos, con el objetivo de armonizar los niveles energéticos, sanar ciertas dolencias, contracturas musculares, bajar los niveles de ansiedad, stress, depresión, etc.
El Shiatsu actúa sobre la energía electromagnética del cuerpo, que mantiene y nutre nuestro cuerpo físico y que, además, afecta la mente y el espíritu.
Esta energía fluye a través de todos los órganos y las partes del cuerpo por un sistema de canales o caminos conocido con el nombre de meridianos.
A través de nuestra agitada vida vamos obstruyendo estos canales con la consiguiente baja irrigación en estos meridianos, afectando por lo tanto un órgano físico, produciendo con el tiempo una enfermedad.
El Shiatsu es capaz de restablecer esta energía y, por ende, facilitar la sanación.
La terapia de Shiatsu apunta a que el paciente logre conectarse con su esencia, para que desde ahí aflore la verdadera sabiduría del afectado, y descubra la causa u origen de su dolencia o enfermedad.
Este tratamiento se basa en el principio de que un contacto hecho con verdadera "intención" ayuda a poner en marcha el sistema de autocuración en el paciente.
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