28 septiembre 2008

EL HIPOTIROIDISMO AFECTA AL 3% DE LOS ANDALUCES,AUNQUE LA CIFRA PODRÍA SER MÁS ELEVADA PORQUE ESTÁ INFRADIAGNOSTICADO.


Personal médico cualificado atenderá a los ciudadanos en un consultorio móvil, ubicado en la Plaza de la Marina, el 26 y el 27 de septiembre, donde se realizarán pruebas gratuitas para determinar el nivel de riesgo de la enfermedad

La población infantil es la que presenta una mayor deficiencia de yodo, una de las principales causas del hipotiroidismo


Málaga acoge desde hoy la I Campaña Nacional de Información “Cuida tu tiroides”, una iniciativa pionera en España y que ha sido promovida por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en colaboración con la multinacional químico farmacéutica alemana Merck. Su principal objetivo es fomentar el conocimiento de la sociedad sobre el hipotiroidismo y la importancia del consumo de yodo para prevenir esta patología, actualmente infradiagnosticada.



Con este fin, hasta el próximo sábado día 27 de septiembre, permanecerá ubicado un autobús-consultorio, en la Plaza de la Marina, donde personal médico cualificado facilitará información y ofrecerá de forma gratuita la posibilidad de realizarse pruebas para determinar el nivel de riesgo: ecografía de función tiroidea y medición de los niveles de TSH y de yodo.



Para el Gerente de Relaciones Institucionales de Merck, Santiago Almazán, la prioridad de esta campaña es que “la sociedad conozca que el hipotiroidismo sigue siendo una enfermedad infradiagnosticada o diagnosticada tardíamente debido a que sus síntomas se confunden con los de otras patologías. Es muy importante seguir revisiones periódicas a partir de cierta edad y antes del embarazo porque con el tratamiento adecuado, los pacientes tienen una alta calidad de vida, de modo que la enfermedad no limita ninguna de sus actividades”.


Por otra parte, el Dr. Sergio Valdés, endocrino del Hospital Carlos Haya de Málaga y miembro de la SEEN, ha explicado que “la prevalencia de hipotiroidismo en Andalucía se encuentra en torno al 3%. No obstante, al tratarse de una enfermedad infradiagnosticada, probablemente la cifra real sea más elevada. En cuando al déficit de yodo, es bastante alto entre los niños (25%-30%)”.



El hipotiroidismo tiene una prevalencia mayor entre las mujeres, que tienden a desarrollar esta patología con más frecuencia a partir de los 40 años, aunque el periodo posparto es también propenso a la aparición de esta afección, siendo muy importante su diagnóstico antes del embarazo. La enfermedad se caracteriza por una disminución de ciertas funciones metabólicas, digestivas y neuronales. Sus síntomas más frecuentes son cansancio, la debilidad, piel seca, intolerancia al frío, calambres musculares, alteraciones menstruales o caída del cabello.



Tratamiento tras el diagnóstico


Una vez diagnosticada la patología, el objetivo del tratamiento es disminuir el déficit de producción en la glándula tiroides a través de la sustitución hormonal con fármacos, durante un periodo de tiempo, que varía en función del tipo de hipotiroidismo. Dependiendo de si se padece uno u otro, el paciente deberá recibir tratamiento de por vida, por ejemplo en las tiroiditis crónica de Hashimoto -autoinmune-, o sólo mientras dure el hipotiroidismo, como en las tiroiditis subagudas que lo necesiten. El tratamiento de elección es la levotiroxina sódica oral. La dosis y velocidad de instauración dependerán de la edad del paciente, la severidad del cuadro y la asociación de otras patologías.


Al principio, los enfermos deben ser controlados cada 4 - 8 semanas con el fin de supervisar la respuesta al tratamiento, y una vez alcanzada la situación de normalidad, se debe realizar un control a los 6 meses y otro anual. Con la dosis adecuada, los pacientes hipotiroideos tienen una alta calidad de vida y su enfermedad no limita ninguna de sus actividades.


Dieta y deporte para prevenir su aparición


Para prevenir la aparición de esta afección es importante seguir una dieta sana que evite el aumento de peso y en la que estén presentes los alimentos ricos en yodo como el marisco, el pescado de mar, la sal yodada, la leche, la pera y el plátano.


La realización de ejercicio regular y moderado para mantener un peso idóneo también está indicado para prevenir esta enfermedad. Entre las actividades más recomendadas destacan los ejercicios cardiovasculares, aunque siempre bajo la supervisión de un especialista, quien ayudará a los pacientes a adecuar, según su grado de desarrollo de la enfermedad, el nivel de esfuerzo que puedan ejecutar.

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