Pese a que cada día resulta más difícil controlar el estrés derivado del ritmo de vida que llevamos, es importante hacerlo ya que esto disminuye el riesgo de padecimientos físicos tales como hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes, dolor de cabeza y fatiga crónicos, asma, estreñimiento, gastritis y colitis nerviosas, así como padecimientos mentales entre los que destacan la depresión y la ansiedad. Aunque el estrés es inherente al individuo puesto que se presenta ante cualquier cambio importante, el doctor Abraham Manzano del Castillo, jefe del Departamento de Psiquiatría del Hospital General Regional (HGR) No. 36 “San Alejandro” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, señaló la necesidad de manejarlo de manera adecuada y evitar que se convierta en una enfermedad.El estrés, dijo, causa cambios bioquímicos en el organismo, tales como aumento en la secreción de adrenalina que incrementa la tensión arterial, y también puede generar elevación de los niveles de glucosa en sangre; asimismo, la producción de ácido clorhídrico se eleva y se hace más lento el proceso digestivo; además produce espasmo bronquial o hiperventilación. Condiciones que, de prolongarse, pueden provocar serias enfermedades como las que ya se han mencionado; Por ello, señaló, es necesario que se modifiquen hábitos de vida: reducir el consumo de sustancias tóxicas como alcohol, cafeína y alimentos ricos en carbohidratos y calorías así como evitar el tabaquismo. Del mismo modo dijo que ante un evento estresante debemos aprender a respirar lenta y profundamente, evocar pensamientos agradables y estirar extremidades tratando de sentir cada movimiento muscular, por lo menos durante cinco minutos.El especialista precisó que en la vida diaria es necesario buscar momentos de entretenimiento y distracción y mucho puede ser de ayuda ver alguna película que haga reír, puesto que la risa es una terapia excelente para relajar los músculo de todo el cuerpo además de que trae excelentes beneficios a nuestra vida, pues esta coadyuva a la prevención y tratamiento de afecciones psiquiátricas, tales como neurosis, depresión, ansiedad, psicosis y problemas de identidad. Además reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares (infarto, taquicardias, arritmias), colon irritable, asma, hipertensión arterial y neurodermatitis. Otra de las opciones por las que podemos optar para evitar o disminuir el estrés es hablar con alguien sobre alguna situación estresante pues esto ayuda a sacar la presión interna y sirve como desahogo.El doctor Manzano del Castillo señaló que el hecho de vivir en zonas urbanas en las que continuamente se está sometido a tráfico, ruido, a horarios, cambios de trabajo, etc.,son requerimientos que hacen necesario que la persona se adapte y, por consiguiente, factores desencadenantes del estrés.Cuando el estrés no se puede controlar, es probable que se desarrolle la angustia, la cual presenta manifestaciones como sudoración, inquietud, necesidad de estar en movimiento, y aunque haya pasado el conflicto o el problema causante éstas no desaparecen, es entonces cuando el estrés se convierte en una enfermedad.Advirtió que este trastorno puede desarrollarse desde la infancia, ya que durante toda la vida se está propenso a cambios y a necesidades de adaptación: los niños, por ejemplo, pueden presentarlo al ir a la guardería, al entrar a la escuela, cuando van a presentar exámenes o cuando pasan de una etapa a otra, de la infancia a la adolescencia, o a la vida adulta. Por ello es muy importante aprender a controlar el estrés para evitar con ello afectaciones mas serias a nuestro organismo.
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