En respuesta a las cartas de Nuria Valls (10/08/2009) y de Jordina Mellado (17/07/2009) quiero decirles que soy una afectada por el Síndrome de Fatiga Crónica desde hace 5 años y quiero darles ánimos en su lucha contra esta enfermedad y decirles que pueden mejorar igual que yo lo estoy haciendo.
Por mis conocimientos en fisiología como veterinaria que soy y por mis propias indagaciones durante bastante tiempo, he llegado a la conclusión de que el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), muy probablemente, se trate de una enfermedad causada por la contaminación crónica por mercurio a la que estamos expuestos en sus diversas formas y dosis, sobretodo en las grandes ciudades.
También está comprobado que puede causar muertes súbitas, convulsiones, cáncer y autismo, y su daño, igual que en toda intoxicación, depende de la dosis que recibe cada persona, del tiempo de exposición y de su peso corporal.
Hay mercurio en el humo de los vehículos, en las centrales térmicas de carbón que producen electricidad, en los empastes dentales metálicos y en la mayoría de las vacunas y, lógicamente hay muchos intereses económicos en juego. Recomiendo la pagina web http://www.mercurioenlaboca.org/ para más información. Confío en que la Comunidad Europea prohibirá su uso en un plazo breve de tiempo, ya que las evidencias del daño causado empiezan a ser escandalosas y además resultamos ser enfermos muy caros para el sistema.
Me siento completamente identificada con Nuria y Jordina en lo referente al trato recibido por los médicos ya que han sido incapaces de ayudarme y algunos hasta de tratarme con respeto aunque puedo comprender su total desconocimiento de una enfermedad nueva para ellos. Lo he pasado muy mal y finalmente he decidido hacer acopio de mis conocimientos y de mi sentido común y he tomado suplementos de Magnesio, de Vit. C y algas Chlorella junto con dietas con muchas verduras y frutas, carbohidratos y con pocas grasas y realmente he mejorado bastante. Espero que mi experiencia os pueda ayudar.
Fuente: La Vanguardia .es
También está comprobado que puede causar muertes súbitas, convulsiones, cáncer y autismo, y su daño, igual que en toda intoxicación, depende de la dosis que recibe cada persona, del tiempo de exposición y de su peso corporal.
Hay mercurio en el humo de los vehículos, en las centrales térmicas de carbón que producen electricidad, en los empastes dentales metálicos y en la mayoría de las vacunas y, lógicamente hay muchos intereses económicos en juego. Recomiendo la pagina web http://www.mercurioenlaboca.org/ para más información. Confío en que la Comunidad Europea prohibirá su uso en un plazo breve de tiempo, ya que las evidencias del daño causado empiezan a ser escandalosas y además resultamos ser enfermos muy caros para el sistema.
Me siento completamente identificada con Nuria y Jordina en lo referente al trato recibido por los médicos ya que han sido incapaces de ayudarme y algunos hasta de tratarme con respeto aunque puedo comprender su total desconocimiento de una enfermedad nueva para ellos. Lo he pasado muy mal y finalmente he decidido hacer acopio de mis conocimientos y de mi sentido común y he tomado suplementos de Magnesio, de Vit. C y algas Chlorella junto con dietas con muchas verduras y frutas, carbohidratos y con pocas grasas y realmente he mejorado bastante. Espero que mi experiencia os pueda ayudar.
Fuente: La Vanguardia .es
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