09 marzo 2009

Enfermos españoles de Fibromialgia exigen en Madrid atención pública ante una enfermedad que "les hace desear la muerte"

Alrededor de un millar de personas llegadas desde toda la geografía española se concentró hoy a las 16.00 horas en la Plaza Mayor de Madrid para celebrar el Día de Acción frente a la Fibromialgia y reivindicar a todas las Administraciones Públicas que "están dejados de la mano de Dios" ante una enfermedad que en muchas ocasiones "les hace desear la muerte".

En declaraciones a Europa Press, la Red Europea de Asociaciones de Fibromialgia (ENFA), representada en España por la Asociación de Coruñesa de Fibromialgia y Fatiga Crónica (ACOFIFA), cuya portavoz fue Soledad Morales, explicó que el motivo de la campaña es "sensibilizar" a la población y hacer llegar "a los gobernantes la necesidad" de que les atiendan ante una enfermedad de la que se sienten "abandonados".

Así, Morales relató que la iniciativa 'Atrapados por el dolor', seguida por once capitales europeas simultáneamente, pone voz al dolor que "14 millones de europeos" sufren cada día y que "merma su calidad de vida" restando posibilidades a "su recolocación en el ámbito laboral".

Desde la Asociación de Fibromialgia y Fatiga Crónica de Talavera de la Reina Afibrotal, Mila Ortega, que representa a "siete mil personas", exigió al ministro de Sanidad, Bernat Soria, que "se normalice" la situación de esta enfermedad y reprochó que "el momento de crisis económica" actual lo llevan padeciendo "años".

La enfermedad, que se caracteriza por la aparición del dolor generalizado, la fatiga crónica, el cansancio, trastornos del sueño, y que suele producir depresión y ansiedad, suele ser motivo de despido o de no contratación por parte de cientos de empresarios, según indicó Ortega.

"Nos despiden de los trabajos porque no podemos aguanta ni ocho ni cuatro horas. Si te das de baja, el empresario no lo aguanta, y en ninguna casa se aguanta con un sólo sueldo", se lamentó.

Por último, una enferma de fibromialgia, Mari Carmen Vega, de 53 años, aseveró que los dolores que padecen les hacen desear en ocasiones "hasta la muerte". "Esto es insoportable, no nos escuchan para podernos dar un remedio. Afecta muchísimo a la calidad de vida, esto no es vivir. Yo en muchas ocasiones me deseo hasta la muerte", concluyó.

No hay comentarios: