07 marzo 2009

Células madre prometen ser la cura para diversas enfermedades

Prometen ser la cura para enfermedades como cáncer, diabetes, Parkinson, Alzheimer, cardiopatías e incluso generar tejidos y órganos para trasplantes.

En 1998, en Estados Unidos, se logró el primer cultivo de células madre humanas embrionarias que, teóricamente, se pueden transforman en cualquier parte u órgano humano, bajo esta premisa se convirtieron en la gran esperanza terapéutica.

Iván Velasco Velázquez, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo: “estas células tienen dos características fundamentales, la primera es una capacidad de auto-renovación, lo cual es que una vez que se divida va a formar nuevas células troncales y la segunda es que tienen una capacidad de diferenciación para generar distintos tipos celulares con una función ya asignada dentro del organismo”.

Las células madre o troncales se dividen en totipotenciales, que pueden dar lugar a un organismo completo; pluripotenciales, capaces de convertirse en la mayoría de los tejidos y multipotenciales, con un cierto grado de diferenciación.

Las totipotenciales tienen el mayor potencial para curar enfermedades y también han generado un gran debate, ya que para obtenerlas sólo tienen tres métodos: extraerlas de embriones, clonación o forzar la división de óvulos sin fecundar.

“Antes de que haya desarrollo del sistema nervioso central, que es lo que nos hace distintos a todos los demás animales, o a todos los seres del planeta es el límite de cuando se puede hablar de un hombre yo no me imagino que un grupo de células que no tienen sistema nervioso central, que no piensa que no tiene órganos, que no tiene nada que lo identifique como una persona, sea una persona”, expresó Rubén Lisker, vicepresidente del Colegio de Bioética.

“Lo único que queremos es que los mexicanos le den calidad de reconocimiento a la vida humana desde el principio y que la cuidemos. La vida empieza en el momento que es fecundado el óvulo”, señaló María Teresa Ortuño, senadora del Partido Acción Nacional (PAN).

Estudios con células madre de cordón umbilical y de sangre periférica han revelado que también pueden diferenciarse y reparar órganos dañados.

Marcelino Cerejido, investigador del Cinvestav Zacatenco, comentó: “si yo te inyecto en la vena esas células no todas van a ir a la médula de tus huesos, se van a repartir por todos lados, y acá vino el gran descubrimiento, se dieron cuenta que si éstas van a dar al cerebro hacen neuronas, y si van a parar al corazón hacen células cardíaca”.

Experimentos realizados en ratas han permitido generar células pancreáticas en diabéticos, sin embargo, aún falta resolver problemas técnicos para evitar la formación de tumores.

“Hay estudios, muchos estudios en modelos animales todo este tipo de investigación va precedida en conocimiento de modelos animales, pero nunca un modelo animal va a garantizar que lo que funciona en el ratón va a funcionar en el ser humano, porque efectivamente hay diferencias evolutivas”, apuntó Horacio Merchant, de la Academia Mexicana de Ciencias.

En el Laboratorio de Fisiología Celular de la UNAM, buscan la cura para la esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad degenerativa que provoca parálisis muscular progresiva. Inyectan células madre embrionarias a ratas, sin embargo hasta ahora no han respondido adecuadamente.

“Aunque los animales se recuperan de manera transitoria, al final quedan paralíticos, porque en apariencia el ambiente ocasiona la muerte de neuronas motoras”, expuso Iván Velasco Velázquez.

En busca de una cura para el Parkinson, ratas enfermas han logrado recuperar neuronas dañadas.

“Es algo promisorio, porque definitivamente se habla sólo de un tipo neuronal, no de más neuronas involucradas”, declaró Emmanuel Díaz, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.

“Las neuronas dopaminérgicas que se generaron de las células troncales embrionarias son eficaces en la recuperación de estos animales”, manifestó Iván Velasco.

En Estados Unidos han logrado reanimar tejido cardiaco al obtener tejido de un corazón de rata adulta, añadirle células madre e integrarlo artificialmente a un órgano de rata recién nacida. Cuatro días después el corazón artificial comienza a trabajar y alcanza su funcionamiento óptimo en ocho días.

“Es una noción que podemos aplicar en cualquier órgano. Primero nos enfocamos en el corazón; esperamos que podamos aplicarlo para cuando se necesite”, destacó Doris Taylor, del Centro de Reparación Cardiovascular de la Universidad de Minnesota.


Por lo pronto, el número de enfermedades que se pueden curar son limitadas y se restringen a padecimientos de la sangre.

“Son todas las leucemias de alto riesgo, los linfomas, las anemías aplásicas de origen genético severas y otras enfermedades que son de origen genético en niños y las inmunodeficiencias de origen genético”, explicó Clara Gorodezky, de Inmunogenética del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos de laSSA.

En España trabajan en utilizarlas para generar óvulos y espermatozoides para personas con problemas de fertilidad.

“Ya se ha logrado obtener células madre embrionarias reprogramando las células de la piel, es decir, si le saco una biopsia de piel a una persona adulta y la reprogramo y la involuciono a un estadio embrionario y en este estadio embrionario yo pueda diferenciarlos a óvulos o espermatozoide”, añadió María Eugenia Poo Lanillo, del Banco Nacional de Líneas Celulares, de España.

Los investigadores esperan que a mediano plazo esta tecnología pueda generar terapias útiles para enfermedades incurables, y advierten todo tratamiento con células madre debe estar avalado científicamente.

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