Los enfermos tratados - 21 en total- que se encontraban en una fase caracterizada por padecer síntomas de forma intermitente mejoraron su calidad de vida y función cognitiva, indica la publicación.
A los participantes se les administró varias dosis de un medicamento destinado a suprimir el sistema inmunológico y con posterioridad se les realizó un trasplante de células madre hematopoyéticas.
Al evaluar los resultados, tres años después, los especialistas determinaron que en todos los casos la enfermedad se había detenido, incluso el 81 por ciento de los pacientes había mejorado en comparación con su estado inicial.
Asimismo observaron que el 62 por ciento no padecía síntomas.
De ahí que los autores del trabajo, expertos de la Universidad de Northwestern, Chicago, concluyeran que la terapéutica aplicada a determinados casos es un procedimiento viable con resultados concretos.
La esclerosis múltiple es una afección autoinmune de causa desconocida que afecta al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), caracterizada por atrofia muscular, disminución de la capacidad para controlar movimientos pequeños, déficit de atención, incoordinación, pérdida de memoria, dificultad para hablar.
Hasta el momento no se conoce la cura y la mayoría de los tratamientos que se aplican están encaminados a frenar el avance de la enfermedad en sus primeros inicios.
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