20 febrero 2009

LOURDES VARELA PÉREZ, JOVEN INVESTIGADORA DEL INSTITUTO DE LA GRASA (CSIC):

"EL ACEITE DE OLIVA DISMINUYE EL RIESGO DE PROBLEMAS CARDIOVASCULARES INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE SU INGESTA"

Licenciada en Farmacia y Master en Investigación Biomédica, la joven investigadora Lourdes Mª Varela Pérez realiza su tesis doctoral en el grupo Nutrición Celular y Molecular, dirigido por los investigadores Francisco García Muriana y Rocío Abia González en el Instituto de la Grasa (CSIC). En su trabajo destaca la relación entre el aceite de oliva y sus beneficios para la prevención de dolencias cardiovasculares, así como el uso de un modelo experimental de estabilidad de la placa de ateroma para establecer los beneficios in vivo de dietas enriquecidas en este aceite. Un estudio para el cual realizará una estancia de 4 meses en el Baylor College of Medicine en Houston, Texas (EEUU).

Pregunta (P.-) Actualmente muy pocos dudan de los beneficios que tiene para la salud la dieta mediterránea. En su trabajo vinculan estas propiedades con la prevención de dolencias cardiovasculares. ¿Qué tipo de enfermedades estudian?

Respuesta (R.-) Estudiamos los procesos relacionados con la formación y el mantenimiento de la integridad de la placa de ateroma, que es la base patológica de las enfermedades cardiovasculares, las cuales constituyen la principal causa de muerte en las sociedades más avanzadas o en vías de desarrollo.

(P.-) ¿Hasta qué punto es importante la alimentación para la prevención de estas enfermedades?

(R.-) Mediante la dieta es posible modificar uno o más factores de riesgo cardiovascular: hipercolesterolemia, hipertensión, diabetes y estrés oxidativo, entre otros. De hecho, numerosos estudios han demostrado que ello puede depender del tipo de grasa ingerida con los alimentos, siendo menor la incidencia de enfermedades cardiovasculares con la incorporación de aceite de oliva virgen en la dieta.

(P.-) ¿Qué beneficios aporta para la salud el aceite de oliva con respecto a otras grasas comestibles?

(R.-) El aceite de oliva virgen es la principal fuente de grasa de la dieta Mediterránea, que ha demostrado tener multitud de efectos beneficiosos en la salud cardiovascular. Por ejemplo, su ingesta induce un perfil lipídico favorable, disminuyendo la concentración plasmática de lipoproteínas de baja densidad (LDL, colesterol malo), sin modificar o aumentando las lipoproteínas de alta densidad (HDL, colesterol bueno). Estos efectos se asocian preferentemente al ácido oleico, el principal ácido graso (monoinsaturado) del aceite de oliva. También reduce la oxidación de las LDL (las LDL oxidadas son más aterogénicas) debido a los antioxidantes (vitamina E, carotenoides y compuestos fenólicos) que aporta; reduce la presión arterial y mejora la acción de fármacos antihipertensivos. Además, mejora la respuesta a la insulina y ayuda a mantener los valores basales de glucosa. Es importante destacar que algunos de estos efectos pueden ser inmediatos, es decir, se producen a los pocos minutos de la ingesta del aceite de oliva, durante el metabolismo postprandial.


(P.-) ¿Qué importancia tiene en su investigación el estudio del metabolismo postprandial en humanos, es decir, lo que ocurre en nuestro organismo después de comer?

(R.-) La ingesta de alimentos es fundamental para obtener los nutrientes y elementos necesarios para la supervivencia y las funciones de nuestras células. Sin embargo, durante la digestión y absorción de los alimentos se producen importantes cambios metabólicos que actualmente se relacionan con las enfermedades cardiovasculares. En el caso particular de las grasas, su ingesta causa un aumento agudo de triglicéridos en sangre. La composición de estos triglicéridos depende de la grasa de la dieta. Tratamos de demostrar que de ello también depende el comportamiento de las células de la pared vascular, en lo que respecta a la formación de la placa de ateroma y su estabilidad. Nuestros resultados sugieren que los cambios metabólicos postprandiales son menos aterogénicos con el aceite de oliva.

(P.-) Háblenos un poco más sobre su trabajo, ¿cuál es su objeto de estudio?

(R.-) Es un hecho indiscutible que el mantenimiento de la integridad de la placa de ateroma se ha convertido en un factor clave en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, pues su ruptura puede originar daños fatales por trombosis aguda. Entre otros aspectos, las placas propensas a la ruptura son aquellas en las que existe un menor número de células de músculo liso y en las que aparecen depósitos de calcio. En nuestro grupo creemos que la estabilidad de la placa de ateroma puede alterarse mediante cambios en la composición de los ácidos grasos de la dieta, lo cual sugiere que las lipoproteínas postprandiales ricas en triglicéridos pueden participar en los mecanismos que regulan la proliferación y migración de las células de músculo liso y la actividad osteogénica vascular.


(P.-) ¿De qué forma participa en alcanzar estos objetivos?

(R.-) Mi trabajo se centra en dilucidar los efectos de los distintos tipos de ácidos grasos que forman parte de nuestra dieta sobre estos mecanismos. Realizo estudios con cultivos in vitro de células de músculo liso, monocitos y macrófagos humanos, y lipoproteínas postprandiales ricas en triglicéridos aisladas de voluntarios que han ingerido un desayuno suplementado con diferentes grasas: aceite de oliva, mantequilla, y grasa enriquecida con ácidos grasos omega-3, como fuente de ácidos grasos monoinsaturados, saturados y poliinsaturados, respectivamente.

(P.-) ¿Cuáles son las causas que originan la placa de ateroma? ¿Cómo se relaciona ésta con las enfermedades cardiovasculares?

(R.-) La formación de la placa de ateroma es un proceso crónico inflamatorio en la pared de las arterias en respuesta a una agresión al endotelio. Esto puede ocurrir simplemente por la edad, aunque se acelera por alteraciones en los lípidos plasmáticos (colesterol y triglicéridos), por la hipertensión, por la diabetes, por el hábito de fumar, por el sedentarismo, etc. Otros factores de riesgo son el sexo y los antecedentes familiares. Se produce el engrosamiento de la pared arterial en algunas zonas de su trayecto, al depositarse grasa (colesterol y triglicéridos), células y otras partículas en su interior. Dichas placas crecen lentamente hacia el interior de la luz arterial, pudiendo estrecharla e incluso obstruirla. A consecuencia de este proceso, órganos vitales como el corazón o el cerebro pueden resultar severamente dañados. Es decir, dependiendo de las arterias afectadas, las manifestaciones clínicas pueden ser muy variadas: angina de pecho, infarto agudo de miocardio, arteriopatía periférica, e incluso ictus, parálisis muscular, pérdida de la capacidad cognitiva, y demencia.

(P.-) Resulta llamativo el cultivo in vitro de células de la pared vascular ¿en qué consiste esta técnica? ¿Qué relevancia tiene para su estudio?


(R.-) El conocimiento de la biología de las células que forman parte de la placa de ateroma es determinante para prevenir y tratar las enfermedades cardiovasculares. Con este fin, el uso de los cultivos in vitro de células está muy extendido en la investigación científica, puesto que constituye un modelo de observación que extrapola las condiciones de nuestras células in vivo. La técnica consiste en obtener células disgregadas de un tejido de un donante, que se cultivan en un incubador, en condiciones de esterilidad, con nutrientes, y aireación, temperatura y humedad controladas. Este procedimiento me permite estudiar la interacción de las lipoproteínas postprandiales ricas en triglicéridos con las células de la pared vascular y, de forma muy particular, cómo ello influye en la expresión de sus genes. Es posible incluso visualizar el comportamiento de las células mediante un microscopio. Las ventajas son la uniformidad y reproducibilidad de los experimentos, aunque la interpretación de los resultados ha de considerarse con absoluta cautela, al estar las células fuera de su ambiente fisiológico. Por este motivo, los ensayos in vitro han de complementarse con estudios en humanos, o bien mediante la aplicación de otros modelos in vivo, como los animales transgénicos.

Más información:

Lourdes Varela Pérez

Grupo Nutrición Celular y Molecular

Instituto de la Grasa

No hay comentarios: