03 febrero 2009

Demuestran, por primera vez, una causa orgánica en el desarrollo de la fibromialgia

Jordi Carbonell asegura que la confirmación
de los resultados de este estudio podría traducirse
en avances diagnósticos y terapéuticos.


La fibromialgia, en contra de lo que se creía hasta ahora, provoca lesiones musculares en las zonas dolorosas en forma de rotura, y presenta unos niveles elevados de marcadores de estrés oxidativo celular, además de alteraciones en las citoquinas proinflamatorias. Ésta es la principal conclusión a la que ha llegado un estudio conjunto de los Servicios de Reumatología y de Neumología del Hospital del Mar de Barcelona y del grupo de investigación en miogénesis, inflamación y función muscular del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) de Barcelona, financiado gracias a una beca FIS del Ministerio de Sanidad concedida en el año 2006, y cuyos resultados preliminares se han presentado por primera vez en el Congreso anual de la American College of Rheumatology.

Los datos de este estudio, realizado tras 60 biopsias del músculo deltoides de 30 pacientes con fibromialgia (y que siguen analizándose), apuntan por vez primera al carácter orgánico de esta enfermedad, demostrándose la presencia de actividad inflamatoria local en las zonas afectadas.

En este sentido, Jordi Carbonell, jefe del servicio de Reumatología del hospital catalán y uno de los firmantes del estudio, asegura que "esta actividad inflamatoria se ha observado, especialmente, en los momentos de la aparición o del empeoramiento de una crisis de dolor, con la evidencia de alteraciones estructurales y de estrés oxidativo durante estos periodos".

Este experto declaró que, a pesar de que no se conocen la vías por las que se produce esta alteración en el paciente, el estudio sí confirma la existencia de una asociación significativa entre la afectación muscular de los pacientes con fibromialgia, medida por indicadores de estrés oxidativo, altos niveles de interleuquina 6 y una baja concentración de TNF-alfa, "situación que, como es bien conocido, impide la normal reparación de los músculos en los pacientes que lo sufren", explicó.

Carbonell asegura que este nuevo descubrimiento, en el caso de confirmarse como causal en futuros estudios, podría abrir nuevos caminos terapéuticos en la resolución de la enfermedad, pues la presencia de una relación directa entre los niveles de TNF-alfa muscular y la alteración estructural sugiere una relación de dependencia entre los dos fenómenos nunca demostrada hasta ahora.

"Por otra parte esperamos que esos estudios futuros confirmen la posibilidad de que la biopsia muscular se convierta, en algunos pacientes dudosos, en la clave para confirmar o no la existencia de fibromialgia. Sólo el tiempo y las investigaciones futuras ratificarán la posibilidad de que las biopsias musculares puedan utilizarse como una auténtica herramienta diagnóstica, algo de lo que actualmente carecemos", apostilló.

Los expertos han recordado que la fibromialgia afecta a un 3 por ciento de la población general, mayoritariamente a mujeres, y muy especialmente en una franja de edad que oscila entre los 20 y los 50 años.

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