11 diciembre 2008

¿Adicto al trabajo?






Día con día aparecen más personas que cambian su vida personal y la dejan de lado para dedicarse por completo al trabajo. Esto se convierte en una enfermedad adictiva que resulta difícil de detectar tanto por quien la sufre como por quienes le rodean.

¿Qué es la adición al trabajo?
Algunas personas centran su vida en el trabajo, le dedican tanto tiempo que desatienden otros quehaceres y obligaciones. Llegan a obsesionarse hasta el punto de que sus relaciones sociales desaparecen o las limitan a personas relacionadas con su vida laboral. Su vida familiar también queda afectada por su falta de atención y dedicación. Estas personas, se dedican exclusivamente a trabajar y llegan a perder el interés por cualquier otra actividad. Decimos que son adictas al trabajo.

La adicción al trabajo es una dependencia que hace que la persona adicta carezca de interés por todo lo que no pertenezca a su mundo profesional. Sus pensamientos siempre están girando en torno al trabajo y no saben disfrutar de las vacaciones ni de los fines de semana, no saben relajarse ni entretenerse en su tiempo libre. Esperan con ansiedad la vuelta al trabajo.

Perfil de un adicto al trabajo

Los rasgos más comunes de las personas adictas al trabajo son:


Buscan un reconocimiento social y autoafirmarse con su trabajo, necesitan sentir que tienen el control. Son perfeccionistas y con la autoestima más bien baja. No les gusta trabajar en equipo, prefieren trabajar solos. Anhelan tener poder aunque su motivación no es sólo esa. La mayoría de los adictos al trabajo son personas con un puesto de responsabilidad y con posibilidades de ascenso. Pero, también los hay que no tienen un cargo de gran nivel ni oportunidades para mejorar o cambiar de situación. En general, podemos decir que utilizan el trabajo como refugio para escapar de otros problemas.
Son ambiciosos y narcisistas. Se deshumanizan cuando alcanzan puestos con poder, no tienen en cuenta los sentimientos de los demás o el compañerismo a la hora de trabajar y esperan que sus subordinados cumplan un horario laboral similar al de ellos. Son muy exigentes con ellos mismos y con los demás. Su vida profesional repercute negativamente en su vida familiar al trabajar fuera de hora, fines de semana o en vacaciones. Suelen llevarse trabajo a casa y no desconectan el móvil del trabajo por si lo necesitan. Con frecuencia desarrollan enfermedades cardiovasculares, gástricas, hipertensión, musculares y ansiedad. Esta adicción, puede ir acompañada de otras, como puede ser el uso de drogas o psicofármacos para aumentar el rendimiento laboral y suplir la falta de sueño y cansancio.

Vida personal y profesional


El problema es que muchas familias aceptan esta situación, todo parece estar justificado si su ausencia o falta de atención se debe a cuestiones de trabajo. Esto lleva consigo problemas aún mayores, la pareja se convierte en un extraño y ambos hacen vidas separadas, planifican su vida sin la otra persona hasta el punto de que se acostumbran a la ausencia del otro y su presencia llega a ser un estorbo.

De igual forma, el adicto al trabajo vive los momentos familiares con ansiedad, no sabe disfrutar de su familia y tan sólo espera volver al trabajo.

Por otro lado, están aquellas otras familias en las que esta situación hace que estén en continua discordia y que discutan con frecuencia. El adicto considera que se le exige demasiado en su familia y, por el contrario, su pareja necesita su presencia y una vida en común. En ambos casos, está claro que el ámbito familiar sufre las consecuencias de la adicción, parejas en crisis, hijos que echan de menos a su padre o madre (según quien sea el adicto), amigos que se pierden y en algunos casos familias rotas. En ocasiones, el origen de la adicción es la familia. El adicto utiliza el trabajo como forma de evasión de los conflictos, liberándose de tener que hacer frente a las contrariedades familiares, no afrontando los problemas ni resolviendo las situaciones familiares conflictivas. Lo utiliza como un narcótico que le permite olvidarse de sus problemas. Hace del trabajo su mundo y se olvida o ignora a su familia y amigos. Es infeliz en su vida personal pero no pone soluciones, tal vez porque la mayoría de los adictos al trabajo no saben que lo son.

Sugerencias para vencer la adicción

El problema de los adictos al trabajo es que ni ellos ni quienes les rodean son conscientes de que sufren una enfermedad adictiva. Podemos decir que es una adicción encubierta porque aparentemente no se hace daño a nadie, sino que por el contrario, todos piensan que el fin de esa entrega total es para obtener logros en beneficio personal y familiar.


Lo esencial para superar esta adicción es aprender a separar el mundo laboral del personal, para ello ha de tener claro cuáles son sus prioridades en la vida, retomar el vínculo afectivo con la familia y los amigos, volver a disfrutar del juego de sus hijos, el cariño de su pareja y la diversión de una reunión de amigos. No vivir el trabajo como algo personal, saber que es sólo un medio para vivir.

Cuando llegues a casa desconecta completamente de tu trabajo, apaga el móvil del trabajo, organiza reuniones con amigos, ponte a ver una buena película con tu familia. Planifica tu tiempo libre y disfrútalo. Oblígate si es preciso a salir, ir al cine, hacer deporte, etc. De ti depende.





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