La alergia es la hipersensibilidad del organismo al contacto con las sustancias ecternas;el polen por ejemplo. Es la enfermedad estacional más común. Hay formas de combatirla.
Antes de comenzar la primavera, ya se ven personas con estornudos, síntomas parecidos a los gripales, dolores de cabeza, ojos irritados y mucosidad. Son algunos de los síntomas de enfermedades alérgicas, comunes en esta estación, como rinitis polímica, sinusitis y astenia. Afectan a personas de todas las edades.
Rinitis polímica, polinosis o fiebre del heno, son términos médicos para llamar a la popular "alergia al polen". Se produce cuando las mucosas del cuerpo entran en contacto con los pólenes de las plantas anemófilas, es decir que polinizan con el viento. Es una enfermedad autoinmune.
La reacción habitual que el organismo produce frente a estas sustancias es de baja intensidad e imperceptible. En las personas alérgicas los elementos extraños desencadenan una respuesta exagerada, que genera síntomas diversos y variados. En el caso de quienes padecen polinosis, los síntomas generan en los ojos conjuntivitis, picazón, fotofobia, lagrimeo, coloración rojiza de la conjuntiva, hinchazón y sensación de arenilla. En la nariz rinitis, picazón, estornudos a repetición, obstrucción y mucosidad transparente. En las vías respiratorias asma, picazón y cosquilleo en la garganta, carraspera, tos y expectoración. Además produce fatiga, cansancio, depresión, sensación de fiebre y escalofríos.
Debido a que la sintomatología es similar a la de la gripe, suelen emplearse antihistamínicos, corticoides y antibióticos para paliar las reacciones. Esto "camufla" la enfermedad, haciendo que se torne cada vez más crónica. La polinosis se debe a una predisposición genética hereditaria, razón por la cual es muy difícil de controlar.
Tratamiento
Lo mejor es hacer diversos estudios sobre la hipersensibilidad. Pero el único y más eficaz tratamiento es la vacuna, que actúa sobre las defensas del organismo no simplemente para paliar la sintomatología, como hacen los corticoides y los antihistamínicos. Además permite, al cabo de unos años, erradicar la alergia en forma definitiva. A pesar de que las vacunas pueden empezar a emplearse en cualquier momento, incluso durante el brote alérgico, lo ideal es suministrarlas 3 ó 4 meses antes de la polinización.
Astenia primaveral
Se presenta al comienzo de esta estación y se caracteriza por sensaciones de fatiga intensa y debilidad física. El aumento de las horas de sol y la mayor temperatura ambiental influyen sobre el metabolismo, que necesita tiempo para adaptarse. Otras posibles causas son enfermedades orgánicas o psicológicas, estrés, sobrexigencia laboral, hiperactividad o exceso de ejercicio.
La astenia primaveral generalmente va acompañada por cambios de humor e irritabilidad, necesidad de un esfuerzo extra para efectuar tareas sencillas, molestias en la faringe, pérdida de peso y dificultad para concentrarse, entre otras.
Tratamiento
No precisa medicación, ya que sus síntomas son pasajeros y leves y desaparecen cuando el biorritmo se ha adaptado a las modificaciones primaverales. Resulta fundamental prestar atención a la alimentación, ya que la dieta equilibrada fortalece el sistema inmune y brinda energía. También hay que respetar las ocho horas de sueño, mantener horarios fijos para acostarse y levantarse, y realizar ejercicio físico moderado. Otra regla es la hidratación, que contribuye al buen funcionamiento de riñones e intestinos. Hay que beber dos litros de agua fresca por día.
Sinusitis
Se caracteriza por la inflamación de los senos nasales. El origen puede ser virósico o bacteriano (gérmenes) y fundamentalmente alérgico. Los factores para su desencadenamiento son resfríos, alergias, exposición a cambios de temperatura, tabaquismo o extracciones de piezas dentarias mal realizadas. La sinusitis no desaparece espontáneamente, sino que puede agravarse y transformarse en crónica o recurrente. En estos casos puede volverse infecciosa, propagándose hacia oídos, ojos, garganta y bronquios. Si esto sucede se manifiesta fiebre leve, dolor de garganta, irritabilidad, fatiga y mal olor en la nariz.
Debido a que la mayoría de los cuadros de sinusitis tienen una base alérgica, suele haber rebrotes en primavera durante la polinización. Lo mismo sucede en invierno debido a los calefactores, las bajas temperaturas y la exposición del cuerpo a constantes cambios climáticos.
Tratamiento
En la actualidad erradicar la sinusitis es sencillo. Pero es necesario hacer el tratamiento completo. La medicación consiste en antibióticos leves para controlar la infección bacteriana, y descongestivos pseudoefedrínicos. Una vez erradicada la sintomatología se debe continuar con vitaminas, especialmente A, para ayudar a fortalecer y restaurar el tejido dañado, vacunas anticatarrales y espectorantes médicos. Si el paciente no reacciona de forma positiva, puede que se le tengan que hacer lavajes nasales o punciones para descomprimir la infección.
Antes de comenzar la primavera, ya se ven personas con estornudos, síntomas parecidos a los gripales, dolores de cabeza, ojos irritados y mucosidad. Son algunos de los síntomas de enfermedades alérgicas, comunes en esta estación, como rinitis polímica, sinusitis y astenia. Afectan a personas de todas las edades.
Rinitis polímica, polinosis o fiebre del heno, son términos médicos para llamar a la popular "alergia al polen". Se produce cuando las mucosas del cuerpo entran en contacto con los pólenes de las plantas anemófilas, es decir que polinizan con el viento. Es una enfermedad autoinmune.
La reacción habitual que el organismo produce frente a estas sustancias es de baja intensidad e imperceptible. En las personas alérgicas los elementos extraños desencadenan una respuesta exagerada, que genera síntomas diversos y variados. En el caso de quienes padecen polinosis, los síntomas generan en los ojos conjuntivitis, picazón, fotofobia, lagrimeo, coloración rojiza de la conjuntiva, hinchazón y sensación de arenilla. En la nariz rinitis, picazón, estornudos a repetición, obstrucción y mucosidad transparente. En las vías respiratorias asma, picazón y cosquilleo en la garganta, carraspera, tos y expectoración. Además produce fatiga, cansancio, depresión, sensación de fiebre y escalofríos.
Debido a que la sintomatología es similar a la de la gripe, suelen emplearse antihistamínicos, corticoides y antibióticos para paliar las reacciones. Esto "camufla" la enfermedad, haciendo que se torne cada vez más crónica. La polinosis se debe a una predisposición genética hereditaria, razón por la cual es muy difícil de controlar.
Tratamiento
Lo mejor es hacer diversos estudios sobre la hipersensibilidad. Pero el único y más eficaz tratamiento es la vacuna, que actúa sobre las defensas del organismo no simplemente para paliar la sintomatología, como hacen los corticoides y los antihistamínicos. Además permite, al cabo de unos años, erradicar la alergia en forma definitiva. A pesar de que las vacunas pueden empezar a emplearse en cualquier momento, incluso durante el brote alérgico, lo ideal es suministrarlas 3 ó 4 meses antes de la polinización.
Astenia primaveral
Se presenta al comienzo de esta estación y se caracteriza por sensaciones de fatiga intensa y debilidad física. El aumento de las horas de sol y la mayor temperatura ambiental influyen sobre el metabolismo, que necesita tiempo para adaptarse. Otras posibles causas son enfermedades orgánicas o psicológicas, estrés, sobrexigencia laboral, hiperactividad o exceso de ejercicio.
La astenia primaveral generalmente va acompañada por cambios de humor e irritabilidad, necesidad de un esfuerzo extra para efectuar tareas sencillas, molestias en la faringe, pérdida de peso y dificultad para concentrarse, entre otras.
Tratamiento
No precisa medicación, ya que sus síntomas son pasajeros y leves y desaparecen cuando el biorritmo se ha adaptado a las modificaciones primaverales. Resulta fundamental prestar atención a la alimentación, ya que la dieta equilibrada fortalece el sistema inmune y brinda energía. También hay que respetar las ocho horas de sueño, mantener horarios fijos para acostarse y levantarse, y realizar ejercicio físico moderado. Otra regla es la hidratación, que contribuye al buen funcionamiento de riñones e intestinos. Hay que beber dos litros de agua fresca por día.
Sinusitis
Se caracteriza por la inflamación de los senos nasales. El origen puede ser virósico o bacteriano (gérmenes) y fundamentalmente alérgico. Los factores para su desencadenamiento son resfríos, alergias, exposición a cambios de temperatura, tabaquismo o extracciones de piezas dentarias mal realizadas. La sinusitis no desaparece espontáneamente, sino que puede agravarse y transformarse en crónica o recurrente. En estos casos puede volverse infecciosa, propagándose hacia oídos, ojos, garganta y bronquios. Si esto sucede se manifiesta fiebre leve, dolor de garganta, irritabilidad, fatiga y mal olor en la nariz.
Debido a que la mayoría de los cuadros de sinusitis tienen una base alérgica, suele haber rebrotes en primavera durante la polinización. Lo mismo sucede en invierno debido a los calefactores, las bajas temperaturas y la exposición del cuerpo a constantes cambios climáticos.
Tratamiento
En la actualidad erradicar la sinusitis es sencillo. Pero es necesario hacer el tratamiento completo. La medicación consiste en antibióticos leves para controlar la infección bacteriana, y descongestivos pseudoefedrínicos. Una vez erradicada la sintomatología se debe continuar con vitaminas, especialmente A, para ayudar a fortalecer y restaurar el tejido dañado, vacunas anticatarrales y espectorantes médicos. Si el paciente no reacciona de forma positiva, puede que se le tengan que hacer lavajes nasales o punciones para descomprimir la infección.
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