“El conocimiento del genoma humano y la información que nos brinda sobre las enfermedades que podemos padecer en el futuro abre un valioso panorama en el campo de la medicina preventiva. Enfermedades frecuentes como la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes tipo II, el cáncer de cólon y el cáncer de mama presentan una conocida incidencia familiar”, explican desde la entidad.
Aún así, aclaran, “no todo son los genes”. El ambiente en que se vive, la alimentación, los hábitos tóxicos y el estrés facilitan que los genes expresen la herencia.
“Las enfermedades cardiovasculares, afectan tanto a las mujeres como a los varones. El uso prolongado de anticonceptivos, el abuso de alcohol y tabaco desde la adolescencia, logran neutralizar el efecto `protector´ de los estrógenos, sumado al aumento de la incidencia de menopausia precoz por el estrés y el síndrome de fatiga crónica”, indica el informe de la sociedad de cardiología.
“Las mujeres mueren más por enfermedades cardiovasculares, que por cánceres ginecológicos. Otra población en peligro son los niños, a quienes sometemos, gracias a las pautas culturales reinantes, a una alimentación rica en grasa y sal, con exceso de bebidas azucaradas y mínimo ejercicio físico”.
Por ello, la sociedad de cardiología de Entre Ríos brinda a la población algunas sugerencias para mantener la salud cardiovascular.
Recomendaciones
* Mantenga una alimentación rica en frutas y verduras, pescado, aceite de oliva, semillas y frutos secos
* Restrinja las harinas refinadas ,azucares simples , grasas saturadas y trans
* Limite la sal y el alcohol
* Beba abundante agua
* No fume
* Ejercite su cuerpo a diario, camine, baile
* Duerma lo necesario, relájese
* Encuentre algo que lo haga feliz
“El conocimiento médico resulta estéril si no ayuda a las poblaciones vulnerables a disminuir el riesgo de padecer las mismas enfermedades de sus predecesores. Crear una nueva cultura de hábitos saludables es el desafío que debemos aceptar todos”.
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