17 julio 2009

Mononucleosis, relacionada a fatiga crónica en adolescentes

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los adolescentes que desarrollan mononucleosis infecciosa correrían riesgo de presentar síndrome de fatiga crónica, según un estudio publicado en la revista Pediatrics.

Investigaciones previas sugieren que alrededor de uno de cada 10 adultos con mononucleosis infecciosa aguda luego desarrolla síndrome de fatiga crónica, escribió el equipo del doctor Ben Z. Katz, de la Escuela de Medicina Feinberg de la Northwestern University, en Chicago.

No obstante, se ha estudiado menos qué es lo que sucede con los adolescentes que padecen mononucleosis.

La mononucleosis infecciosa suele causar fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente en el cuello.

El síndrome de fatiga crónica es una afección que genera cansancio o agotamiento fuerte y prolongado, que no se alivia con el descanso. Se desconoce su causa precisa.

Los investigadores controlaron a 301 jóvenes con mononucleosis infecciosa. Seis meses después del diagnóstico, 70 pacientes (el 24 por ciento) no se había recuperado completamente.

Treinta y uno de esos sujetos fueron diagnosticados con síndrome de fatiga crónica, lo que equivale a un 13 por ciento de la cohorte inicial de 301 adolescentes.

En la visita de seguimiento a los 12 meses, el 7 por ciento tenía síndrome de fatiga crónica y a los 24 meses, esa condición persistía en el 4 por ciento de los pacientes. Esta es una cifra unas 20 veces mayor a la de la población adolescente en general.

Las 13 pacientes que aún tenían síndrome de fatiga crónica a los 24 meses eran mujeres y, en promedio, habían registrado un peor estado en el control al año.

El tratamiento con esteroides para la mononucleosis infecciosa al momento del diagnóstico no afectó el riesgo de desarrollar síndrome de fatiga crónica.

"Como parte de nuestro estudio, también seguimos al grupo de adolescentes que se recuperó completamente de la mononucleosis", dijo Katz a Reuters Health.

"Ahora estamos en el proceso de tratar de descubrir qué diferencia a los adolescentes que se recuperaron de aquellos que no lo hicieron", añadió el autor.

FUENTE: Pediatrics, julio del 2009

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