VILAGARCÍA El Hospital Comarcal de O Salnés ha vuelto a estrenar una nueva unidad de medicina, esta vez centrada en paliar o eliminar el dolor de origen nervioso o neuropático. Al frente de la misma estará el jefe de anestesia y reanimación del centro, Alfonso Diz, quien estará acompañado de otro médico que actualmente trabaja como adjunto en su departamento.
Según explicó el doctor que se encargará del área el dolor se trata en varios niveles. “El primero intenta frenarse con medicación, algo que actualmente se desarrolla en los centro de atención primaria y se hace, me consta, con gran eficacia”, aseguró Alfonso Diz. El problema viene cuando ese dolor no se puede mitigar porque no proviene de inflamaciones musculares o de las articulaciones, si no que tiene su origen en los propios nervios. Este tipo de alteraciones, que se conocen como dolor neuropático, desembocan habitualmente en una sensación de dolor crónico que “hacen muy difícil el día a día para una persona”, afirma Alfonso Diz.
De este tipo de enfermedades nerviosas, la más común y conocida es la neuralgia, ejemplo que el médico utilizó para explicar cómo puede llegar a alterar la vida de una persona un dolor persistente. “Es muy difícil levantarse cada día pensando en un dolor que te acompaña las 24 horas, lo único que vamos a intentar desde aquí es eliminarlo o paliarlo para mejorar la calidad de vida del paciente”.
Lo que en esta unidad se va a desarrollar son todas aquellas técnicas más complejas que la medicación pero que no requieren de intervención quirúrgica, algo que sólo se hace en los mejores hospitales. “Lo que haremos será bloquear nervios y articulaciones, poner en práctica las técnicas de medicación epidural y colocar, cuando sea necesario, catéteres para que los propios familiares puedan introducir la medicación”, explica Alfonso Diz. Estas técnicas que se pondrán en marcha no necesitan que el paciente ingrese en el Hospital –salvo en casos puntuales– y requieren seguimiento médico, sobre todo en los casos en los que se necesite más de una intervención.
El gerente del centro hospitalario, Pedro Soler, explicó por su parte que la unidad funcionará, en principio, un día a la semana, aunque si la demanda del servicio lo requiere se irá ampliando la consulta. “Es un servicio más cualitativo que cuantitativo, no es que haya gran cantidad de gente que lo demanda, pero sí que podemos cambiar la vida de las personas que sufren dolor crónico”, explicó Soler.
Esta unidad también puede ser utilizada, además de para los casos de dolores neuropáticos, para paliar el sufrimiento de los enfermos terminales. Esto ya se trata en una unidad específica del Hospital, pero este nuevo grupo médico complementará sus acciones.
Según explicó el doctor que se encargará del área el dolor se trata en varios niveles. “El primero intenta frenarse con medicación, algo que actualmente se desarrolla en los centro de atención primaria y se hace, me consta, con gran eficacia”, aseguró Alfonso Diz. El problema viene cuando ese dolor no se puede mitigar porque no proviene de inflamaciones musculares o de las articulaciones, si no que tiene su origen en los propios nervios. Este tipo de alteraciones, que se conocen como dolor neuropático, desembocan habitualmente en una sensación de dolor crónico que “hacen muy difícil el día a día para una persona”, afirma Alfonso Diz.
De este tipo de enfermedades nerviosas, la más común y conocida es la neuralgia, ejemplo que el médico utilizó para explicar cómo puede llegar a alterar la vida de una persona un dolor persistente. “Es muy difícil levantarse cada día pensando en un dolor que te acompaña las 24 horas, lo único que vamos a intentar desde aquí es eliminarlo o paliarlo para mejorar la calidad de vida del paciente”.
Lo que en esta unidad se va a desarrollar son todas aquellas técnicas más complejas que la medicación pero que no requieren de intervención quirúrgica, algo que sólo se hace en los mejores hospitales. “Lo que haremos será bloquear nervios y articulaciones, poner en práctica las técnicas de medicación epidural y colocar, cuando sea necesario, catéteres para que los propios familiares puedan introducir la medicación”, explica Alfonso Diz. Estas técnicas que se pondrán en marcha no necesitan que el paciente ingrese en el Hospital –salvo en casos puntuales– y requieren seguimiento médico, sobre todo en los casos en los que se necesite más de una intervención.
El gerente del centro hospitalario, Pedro Soler, explicó por su parte que la unidad funcionará, en principio, un día a la semana, aunque si la demanda del servicio lo requiere se irá ampliando la consulta. “Es un servicio más cualitativo que cuantitativo, no es que haya gran cantidad de gente que lo demanda, pero sí que podemos cambiar la vida de las personas que sufren dolor crónico”, explicó Soler.
Esta unidad también puede ser utilizada, además de para los casos de dolores neuropáticos, para paliar el sufrimiento de los enfermos terminales. Esto ya se trata en una unidad específica del Hospital, pero este nuevo grupo médico complementará sus acciones.
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