La aparición de tres nuevas cepas del virus incrementará el número de afectados en Galicia . Se calcula que la población contagiada será la más elevada de los últimos ocho años
PAULA PÉREZ | SANTIAGO Desde esta semana y a lo largo de los próximos días la gripe mermará las plantillas de las empresas y llenará las salas de urgencias de los hospitales. La Consellería de Sanidade alerta de que la incidencia de esta enfermedad ha alcanzado ya su pico más alto y avisa además de que este año aumentará el número de gallegos que sucumbirá a los estornudos, los dolores de cabeza y la fiebre alta. La razón es que, según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud, se han propagado tres cepas nuevas del virus a las que los gallegos no están habituados y, por lo tanto, contra las que no tienen defensas. Si en los últimos ocho años la incidencia había sido baja, de menos de 3.000 casos por cada 100.000 habitantes, el departamento de María José Rubio calcula que entre esta semana y la siguiente podría superarse esta tasa y eso a pesar de que el número de personas que se vacunan contra esta enfermedad ha sido mayor durante esta última campaña.
El Sergas ha distribuido 680.000 vacunas contra la gripe por los centros de salud de toda la comunidad. Aunque no se han empleado todas, son pocas las dosis que se han devuelto al Servicio Galego de Saúde. "A pesar de que la campaña se ha cerrado aún no disponemos de datos definitivos, pero sí creemos que se superará el número de personas vacunadas de otros años", explica el jefe de servicio de Prevención de Enfermedades Transmisibles del Sergas, José Antonio Taboada. El pasado invierno se protegieron contra la gripe en torno a 500.000 personas, entre ellas el 60% de las personas de más de 65 años, que son el principal colectivo de riesgo.
"La población gallega cada vez es más consciente de la necesidad de vacunarse cuando se trata de personas mayores o gente con otro tipo de complicaciones previas y por eso cada año son más los que se vacunan", explica Taboada.
A pesar de ello, el jefe de servicio de Prevención de Enfermedades Transmisibles del Sergas prevé que este invierno "haya una mayor afectación númerica de casos".
De cualquier manera, aclara que las gripes no serán más virulentas que otros años sino únicamente que afectará a un mayor número de personas.
Las autoridades sanitarias prevén que este año circulen tres cepas nuevas del virus y las vacunas que ha distribuido la Xunta ya estaban preparadas para proteger contra estas variedades de la enfermedad.
Sin embargo, los que no se han vacunado son susceptibles del contagio, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un tipo de gripe que no se había padecido antes en la comunidad autónoma y contra la que los gallegos no se encuentran inmunizados.
Aunque llevan apareciendo casos de gripe desde noviembre, la Consellería de Sanidade realiza un seguimiento epidemiológico en base al número de consultas recibidas en la central del 061 y apunta que el "pico más alto" de personas enfermas se producirá entre esta semana y la siguiente. Esta situación redoblará el trabajo de los centros de salud y los servicios de urgencias, donde es habitual que por estas fechas se sufra una avalancha de consultas relacionadas con la gripe. Desde Sanidade se recomienda acudir al ambulatorio y no saturar las urgencias hospitalarias.
El jefe de servicio de Prevención de Enfermedades Transmisibles advierte además de que los pacientes suelen confundir a menudo la gripe con los procesos catarrales. "Se distingue porque la gripe aparece siempre bruscamente con fiebres altas, dolor de cabeza, dolores musculares y de articulaciones e incluso fotofobia. Esto genera una situación de decaimiento que evoluciona bien con el tiempo si la persona está sana y en buen estado físico", explica José Antonio Taboada.
El aumento de casos de gripe durante estos días no es exclusivo de la comunidad gallega. La epidemia afecta a toda España, aunque es más intensa en el norte. Según los últimos datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III, la incidencia de esta enfermedad entre la población española se ha duplicado en las últimas semanas en el territorio español.
Según sus cifras, los menores de 15 años son los más afectados por la enfermedad y se mantiene una tendencia creciente en las tasas de incidencia de los adultos de entre 15 y 65 años y también, aunque algo menor, en los mayores.
Pese a que la gripe suele ir asociada al frío y la lluvia el jefe de servicio de Prevención de Enfermedades Transmisibles del Sergas, José Antonio Taboada, advierte que si la enfermedad aparece en invierno es pura coincidencia. Así, recuerda que epidemias tan devastadoras como la de 1918 alcanzaron sus picos más altos en verano.
"Lo que ocurre es que la gripe es estacional y aquí suele aparecer entre los meses de noviembre y diciembre, pero en otros países con climas más cálidos también se sufre la gripe, aunque sea en verano", argumenta.
Según explica, el frío y la lluvia no influyen en la aparición de las gripes, aunque sí son factores que pueden ayudar a su propagación.
En el caso de las precipitaciones, el responsable del Sergas explica que la humedad en el ambiente puede favorecer que el virus, que se expulsa al hablar o estornudar, esté activo más tiempo y contagie, por tanto, a más personas.
Con el frío lo que ocurre es que las bajas temperaturas actúan como "irritante de las mucosas de las vías respiratorias" y esto puede ayudar a que el virus se asiente con más facilidad.
En todo caso, José Antonio Taboada insiste en que, en contra de lo que se cree, la climatología es"un factor secundario que puede contribuir pero no en gran medida" a la aparición de la gripe.
Sobre la forma de curarla, el responsable de Prevención de Enfermedades Transmisibles de la Consellería de Sanidade recomienda reposo y aclara que vacunándose no se elimina la posibilidad de padecer gripe, aunque sí se reduce su impacto.
El Sergas ha distribuido 680.000 vacunas contra la gripe por los centros de salud de toda la comunidad. Aunque no se han empleado todas, son pocas las dosis que se han devuelto al Servicio Galego de Saúde. "A pesar de que la campaña se ha cerrado aún no disponemos de datos definitivos, pero sí creemos que se superará el número de personas vacunadas de otros años", explica el jefe de servicio de Prevención de Enfermedades Transmisibles del Sergas, José Antonio Taboada. El pasado invierno se protegieron contra la gripe en torno a 500.000 personas, entre ellas el 60% de las personas de más de 65 años, que son el principal colectivo de riesgo.
"La población gallega cada vez es más consciente de la necesidad de vacunarse cuando se trata de personas mayores o gente con otro tipo de complicaciones previas y por eso cada año son más los que se vacunan", explica Taboada.
A pesar de ello, el jefe de servicio de Prevención de Enfermedades Transmisibles del Sergas prevé que este invierno "haya una mayor afectación númerica de casos".
De cualquier manera, aclara que las gripes no serán más virulentas que otros años sino únicamente que afectará a un mayor número de personas.
Las autoridades sanitarias prevén que este año circulen tres cepas nuevas del virus y las vacunas que ha distribuido la Xunta ya estaban preparadas para proteger contra estas variedades de la enfermedad.
Sin embargo, los que no se han vacunado son susceptibles del contagio, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un tipo de gripe que no se había padecido antes en la comunidad autónoma y contra la que los gallegos no se encuentran inmunizados.
Aunque llevan apareciendo casos de gripe desde noviembre, la Consellería de Sanidade realiza un seguimiento epidemiológico en base al número de consultas recibidas en la central del 061 y apunta que el "pico más alto" de personas enfermas se producirá entre esta semana y la siguiente. Esta situación redoblará el trabajo de los centros de salud y los servicios de urgencias, donde es habitual que por estas fechas se sufra una avalancha de consultas relacionadas con la gripe. Desde Sanidade se recomienda acudir al ambulatorio y no saturar las urgencias hospitalarias.
El jefe de servicio de Prevención de Enfermedades Transmisibles advierte además de que los pacientes suelen confundir a menudo la gripe con los procesos catarrales. "Se distingue porque la gripe aparece siempre bruscamente con fiebres altas, dolor de cabeza, dolores musculares y de articulaciones e incluso fotofobia. Esto genera una situación de decaimiento que evoluciona bien con el tiempo si la persona está sana y en buen estado físico", explica José Antonio Taboada.
El aumento de casos de gripe durante estos días no es exclusivo de la comunidad gallega. La epidemia afecta a toda España, aunque es más intensa en el norte. Según los últimos datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III, la incidencia de esta enfermedad entre la población española se ha duplicado en las últimas semanas en el territorio español.
Según sus cifras, los menores de 15 años son los más afectados por la enfermedad y se mantiene una tendencia creciente en las tasas de incidencia de los adultos de entre 15 y 65 años y también, aunque algo menor, en los mayores.
Pese a que la gripe suele ir asociada al frío y la lluvia el jefe de servicio de Prevención de Enfermedades Transmisibles del Sergas, José Antonio Taboada, advierte que si la enfermedad aparece en invierno es pura coincidencia. Así, recuerda que epidemias tan devastadoras como la de 1918 alcanzaron sus picos más altos en verano.
"Lo que ocurre es que la gripe es estacional y aquí suele aparecer entre los meses de noviembre y diciembre, pero en otros países con climas más cálidos también se sufre la gripe, aunque sea en verano", argumenta.
Según explica, el frío y la lluvia no influyen en la aparición de las gripes, aunque sí son factores que pueden ayudar a su propagación.
En el caso de las precipitaciones, el responsable del Sergas explica que la humedad en el ambiente puede favorecer que el virus, que se expulsa al hablar o estornudar, esté activo más tiempo y contagie, por tanto, a más personas.
Con el frío lo que ocurre es que las bajas temperaturas actúan como "irritante de las mucosas de las vías respiratorias" y esto puede ayudar a que el virus se asiente con más facilidad.
En todo caso, José Antonio Taboada insiste en que, en contra de lo que se cree, la climatología es"un factor secundario que puede contribuir pero no en gran medida" a la aparición de la gripe.
Sobre la forma de curarla, el responsable de Prevención de Enfermedades Transmisibles de la Consellería de Sanidade recomienda reposo y aclara que vacunándose no se elimina la posibilidad de padecer gripe, aunque sí se reduce su impacto.
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