09 enero 2009

Los discapacitados protestan por las nuevas medidas para controlar el fraude con los coches

El consistorio exige más papeles tras detectar engaños en la exención del impuesto de vehículos

M. Vázquez, Valencia
Problemas y más problemas. Ésa es la barrera con la que se topan la mayoría de discapacitados que acuden al Ayuntamiento de Valencia para solicitar la exención del impuesto de vehículos a la que tienen derecho las personas que padecen una minusvalía. Y es que, de un tiempo a esta parte, el consistorio ha decidido incrementar las medidas de control -exige ahora diversa documentación, como el seguro del turismo- para exonerar del pago de esta contribución municipal debido al número de fraudes que ha detectado.
El Comité Español Representantes de Minusválidos (Cermi) de la Comunitat Valenciana ya ha elevado un informe a su central para comprobar si las trabas exigidas en Valencia -la «única ciudad donde se piden estos papeles»- «se ha advertido también en otros puntos del país». Asimismo, demanda consejo «sobre qué medidas a adoptar por aquellos a los que les han rechazado la exención».
En caso de que se tratase de una situación generalizada, añaden fuentes del Cermi-CV, «tal vez habría que solicitar una reunión estatal para que se clarifiquen los requisitos que deben cumplir las personas discapacitadas que quedan exonerados del impuesto».
Una ley de hace seis años
La situación tiene su origen en la última reforma de la Ley de Haciendas Locales, que data de 2002. Fue entonces cuando se estableció que las personas con un grado de discapacidad igual o superior a un 33% quedaban disculpadas del impuesto sobre vehículos de tracción mecánica. En concreto, «los vehículos matriculados a nombre de minusválidos para su uso exclusivo (...), tanto a los conducidos por personas con discapacidad como a los destinados a su transporte». Y, desde hace seis años, así ha sido.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte -Cermi-CV lo detectó por vez primera el pasado 4 de julio-, el consistorio dirigido por Rita Barberá ha comenzado a exigir documentación que hasta ahora no solicitaba, como el seguro del vehículo. Y, cuando éste no se encuentra a nombre del discapacitado, «la exención del impuesto se rechaza de forma sistemática».
Desde el comité de minusválidos se justifica que puedan aparecer familiares del discapacitado en el seguro del automóvil porque «en ocasiones se trata de personas que sufren crisis de fibromialgia, esclerosis u otra enfermedad neuromuscular que las dejan incapacitadas para conducir mientras dura el ataque. Entonces -aclaran-, tiene que ser otra persona quien conduzca y los lleve en el coche». Es por eso que aparecen, además del minusválido, otros conductores autorizados para ese vehículo.
«Una interpretación sesgada»
La postura del ayuntamiento es fruto de una picaresca -localizada en el impuesto de circulación y en las tarjetas de aparcamiento para minusválidos- de la que el Cermi-CV también tiene noticia, pero que le resulta «injusta». «El consistorio -señala- hace una interpretación sesgada de la palabra exclusivo y se escuda en ella para rechazar las exenciones de tributos cuando no coincide el titular del vehículo y el del seguro».
No obstante, también entienden que el ayuntamiento tiene «todo el derecho a exigir los papeles que así considere oportuno» y, de hecho, creen que, «tal vez, lo que pasa ahora con el seguro del coche sólo es un obstáculo con el que se intenta hacer desistir a los que tratan de cometer fraude».
Pero, aún así, y a pesar de la comprensión, no dejan de reconocer que «hay muchos afectados» y que la picaresca es una actitud de «unos pocos». A lo mejor es por eso que «todos los recursos» presentados por los discapacitados han rectificado la posición municipal y los ha liberado del impuesto de circulación.

No hay comentarios: