La masa muscular magra puede dar una ventaja a las personas, incluso a las obesas, para combatir el cáncer, según muestra una investigación de la Universidad de Alberta, Canadá.
El estudio realizado proporciona evidencias de que las diferencias entre la composición corporal de cada paciente con cáncer probablemente desempeñan un papel relevante en los porcentajes de supervivencia, en los niveles de actividad física de los que es capaz el paciente durante la enfermedad, y, potencialmente, incluso en su reacción a la quimioterapia.
Para este estudio, se analizaron 250 imágenes de tomografía computerizada de pacientes obesos con cáncer, y los resultados indican que las personas que padecen de obesidad sarcopénica (agotamiento de la masa muscular magra, emparejado con sobrepeso extremo) vivieron un promedio de 10 meses menos que otras personas en sus mismas condiciones, incluyendo obesidad, pero que tenían mayor masa muscular.
Esos sujetos con obesidad sarcopénica también tendían a quedarse acostados en cama por más tiempo y presentaban peores funciones físicas con respecto a las personas que no padecían obesidad sarcopénica.
"En muchos casos, las personas con este tipo de obesidad tienen una masa muscular igual o incluso menor que la poseída por personas muy delgadas, esas de las que solemos decir que parecen estar hechas sólo de piel y huesos", explica Vickie Baracos, profesora de oncología y de nutrición humana en la Universidad de Alberta, y autora principal del estudio.
Los resultados de esta investigación subrayan la importancia de tener en cuenta la composición corporal a la hora de decidir el tratamiento a seguir en cada paciente. Dado que factores como la masa muscular magra podrían influir de modo significativo en cómo los enfermos reaccionan a la quimioterapia, la dosificación de fármacos podría ajustarse de manera mucho más personalizada, obteniéndose mejores resultados. Aún está pendiente de confirmarse si esa dosificación personalizada logra mejoras significativas, pero parece que sí a la luz de lo que los investigadores han descubierto en su estudio.
Con la obesidad alcanzando una incidencia cada vez mayor en la población de las naciones industrializadas, es obvio que urge explorar nuevos conceptos sobre el peso corporal, ya sea en relación con el cáncer o con otras dolencias. Además, conviene tener en cuenta que en el pasado las diferencias entre la composición corporal de cada persona eran menores, siendo la obesidad sarcopénica un fenómeno conocido sólo recientemente.
El estudio realizado proporciona evidencias de que las diferencias entre la composición corporal de cada paciente con cáncer probablemente desempeñan un papel relevante en los porcentajes de supervivencia, en los niveles de actividad física de los que es capaz el paciente durante la enfermedad, y, potencialmente, incluso en su reacción a la quimioterapia.
Para este estudio, se analizaron 250 imágenes de tomografía computerizada de pacientes obesos con cáncer, y los resultados indican que las personas que padecen de obesidad sarcopénica (agotamiento de la masa muscular magra, emparejado con sobrepeso extremo) vivieron un promedio de 10 meses menos que otras personas en sus mismas condiciones, incluyendo obesidad, pero que tenían mayor masa muscular.
Esos sujetos con obesidad sarcopénica también tendían a quedarse acostados en cama por más tiempo y presentaban peores funciones físicas con respecto a las personas que no padecían obesidad sarcopénica.
"En muchos casos, las personas con este tipo de obesidad tienen una masa muscular igual o incluso menor que la poseída por personas muy delgadas, esas de las que solemos decir que parecen estar hechas sólo de piel y huesos", explica Vickie Baracos, profesora de oncología y de nutrición humana en la Universidad de Alberta, y autora principal del estudio.
Los resultados de esta investigación subrayan la importancia de tener en cuenta la composición corporal a la hora de decidir el tratamiento a seguir en cada paciente. Dado que factores como la masa muscular magra podrían influir de modo significativo en cómo los enfermos reaccionan a la quimioterapia, la dosificación de fármacos podría ajustarse de manera mucho más personalizada, obteniéndose mejores resultados. Aún está pendiente de confirmarse si esa dosificación personalizada logra mejoras significativas, pero parece que sí a la luz de lo que los investigadores han descubierto en su estudio.
Con la obesidad alcanzando una incidencia cada vez mayor en la población de las naciones industrializadas, es obvio que urge explorar nuevos conceptos sobre el peso corporal, ya sea en relación con el cáncer o con otras dolencias. Además, conviene tener en cuenta que en el pasado las diferencias entre la composición corporal de cada persona eran menores, siendo la obesidad sarcopénica un fenómeno conocido sólo recientemente.
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