La fibromialgia afecta entre el 3 y el 5% de la población mundial, se estima de cada 10 personas, 8 mujeres la padecen con edades entre 30 a 50 años aproximadamente.
Según el America College of Reumatology, la característica principal es dolor difuso parecido a quemazón o molestia, llegando a provocar espasmos musculares. Se cree que el mecanismo del cuerpo para controlar el dolor está dañado, y la sobrecarga en las articulaciones se siente con mayor intensidad. Por el desconocimiento de la enfermedad el cuerpo va acumulando estrés físico y mental, siendo esto su detonante principal.
Para detectar el problema los síntomas principales son dolor difuso generalizado, depresión, rigidez articular, puntos dolorosos (Gatillos), mala calidad de sueño (no reparador), mala circulación, cansancio extremo, colon irritable, alteraciones menstruales, entumecimiento de las extremidades, poca concentración y memoria, suelen empeorar con los cambios climáticos.
La enfermedad se localiza en 18 puntos del cuerpo, al detectarse dolor en 11 puntos mínimo, se puede decir que la persona sufre de esta patología. El problema surge cuando el médico hace todo tipo de pruebas para detectar la enfermedad y el resultado no muestra alteraciones importantes, pareciendo que el paciente se encuentra saludable. Existen terapias para controlar la fibromialgia. En una próxima edición escribiremos de las diferentes alternativas para esta enfermedad.
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